jueves, 28 de junio de 2012

MUJERES CLAVE EN LA MODA MEXICANA (PARTE III)

Por: Martha Martínez


Tuve la curiosidad de saber cuál era la moda durante la Independencia de México, no la moda de personajes históricos, que básicamente copiaban todas las ideas de Europa (París y España) Yo buscaba la moda de mujeres que dieran de que hablar en la época.

No hay mucha información de mujeres así en ese periodo, la mayoría llevaba el rol de esposa encerrada en casa  o de señora conservadora conspirando contra el gobierno, solo a las criollas se les enseñaba a leer (no a escribir, esto era peligroso) a ser buenas católicas, cocinar y bordar. Sin embargo, encontré a toda una rebelde para su época que amaba la atención de la sociedad, la moda y los romances.





El nombre de ella fue María Ignacia Rodriguez de Velasco, también llamada la Güera Rodriguez y fue una chica de sociedad en la Ciudad de México, estuvo casada 3 veces y en cada matrimonio iba enriqueciendo sus bienes. Tuvo romances con Simón Bolivar cuando se conocieron en un buque rumbo a España y éste tenía 14 años, con Alexander  von Humboldt cuando éste visitó México, Agustín de Iturbide, Miguel Hidalgo y Costilla. Fue perseguida por la santa inquisición y se le acusó de inclinación al adulterio, también quiso ser retratada en una pintura con los pechos descubiertos! Nunca fue encontrada culpable.




Simón Bolivar en su adolescencia.
Alexander Von Humboldt
Agustín de Iturbide
Miguel Hidalgo y Costilla


A ella se le caracterizó por ser una mujer alegre, con una belleza increíble, siempre al pendiente de los temas políticos (esto no era común en la época) siempre vestida de las mejores sedas y joyas. Se cuenta  que la esposa del Virrey Miguel de la Grúa y Talamanca, Doña María Antonia Godoy y Álvarez, hizo una jugada de fraude contra las Damas de la Corte Virreinal. Ellas tenían por costumbre que al recibir a una Virreina, se fijaban en la moda que traía del viejo mundo, para imitarla. En México estaban de moda la joyería con perlas y se dieron cuenta que ella no las portaba, a su vez ésta llevaba otro tipo de adornos en sus joyas. Las damas de la alta sociedad le preguntan porque no porta perlas, ella les indica que en Europa no eran ya moda y que bajaría su precio, por lo que le sugería venderlas, especificando a quién, que a la vez les vendería los adornos de moda. Se corre la voz, pero la Güera Rodríguez, las previene y les dice que no lo hagan, no le hacen caso, venden barato y compran caro, negocio redondo para la Virreina. Al tiempo se dan cuenta de la jugarreta, que sirvió también para acreditar la inteligencia  e incrementar la popularidad de la Güera.






Además de ser una mujer encantadora, La Guera Rodriguez apoyó la causa insurgente con su dinero y relaciones, tuvo una gran influencia política al llevar una relación sentimental con Agustín Iturbide, futuro emperador de México. Sus relaciones le permitieron a la Gúera, tener acceso a documentos confidenciales de la época, como la carta que Fernando VII envió al virrey de Apodaca en 1820, proponiéndole encontrar un hombre popular y con influencia sobre el ejercito para que hiciera tratos con los insurgentes, de la que se desprendían los principios del Plan de Iguala. La Güera sugirió que Iturbide podría ser ese hombre.


La Güera tuvo un final feliz, terminó siendo una mujer dedicada a su familia y religión durante su matrimonio con el chileno Manuel de Elizalde. Sus últimos años los dedicó a la devoción religiosa en la Tercera Orden de Franciscanos. Falleció el 1 de noviembre de 1850.


Al final esta joven que vivió en un México muy conservador, que apenas se definía políticamente y que era muy restrictivo para las mujeres, obtuvo lo que toda chica hoy en día sigue buscando: amor, aventuras, lujo, éxito y espiritualidad.

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